Angelina Núñez (Zamora, 1984). Nacida en España de Madre dominicana, Licenciada en magisterio en lenguas modernas por la Universidad Dominicana O&M. Una de las Ganadoras del concurso Nacional de Cuentos Radio Santa María 2017.
Angelina participó de la convocatoria abierta al público del Reto Poético de Frasco de Paisaje, de la plataforma cultural Moñohecho. Aquí compartimos los poemas suyos correspondientes a la versión del reto celebrada en el 2020.
Para conocer más detalles sobre qué es el Reto Poético, entra en este enlace.
RETO POÉTICO
En el rastro de viento que deja el último coletazo de la oscuridad nocturna
al recoger su falda estrellada e irse a descansar.
En el aliento de despedida del alba,
mientras se aparta para hacer sitio a los primeros humanos
en estrenar hoy el diario vivir con su alegría, resignación y/o drama.
En el primer rayo de sol,
con apenas fuerza para hacer brillar las ganas
de empezar una jornada prefabricada,
que con el paso de las horas se hará hostil y abrasadora.
Ahí es donde yo amo la ciudad, en el momento mágico donde la noche bosteza,
el día se despereza y casi casi se encuentran, pero no se llegan a tocar.
En ese intento de unión imposible, donde se explaya la naturaleza
con un absurdo de colores y belleza, cuya efimidad hace aún más especial.
Ahí es donde recuerdo que más alla de los bloques de cemento,
los tubos de escape y los ruidos de la estridente ciudad,
aún hay espacios dónde viven maravillas por contemplar.
¡SE FUE ELLA!
Vecinos sin saber cómo acaba la novela.
Doñas con los rolos tibios en la cabeza.
Hermanos sin acabar el mensaje a la conciencia.
Mosquitos componiendo una danza de tambores.
Calor manifestándose en todas sus expresiones.
Visita del silencio a un lugar inhabitual*: un barrio de pobres.
Oscuridad incitando al amor clandestino a conocer los alrededores.
Aburrimiento recordando la amistad a los moradores.
Velas conmemorando el calor del hogar.
Estrellas decoraron los susurros.
Grillos cantaron, encendidos cocuyos.
Hubo un simulacro de paz, breve, pero lo hubo.
Y como se fue… ¡LLEGÓ ELLA!
Vuelta a la triste felicidad.
Tanto tiempo esperando ese momento,
cuando le tocará irse a un mejor lugar
y qué feliz se puso la gringa cuando los tigres la fueron a buscar.
“¡Bye-bye chickens, I’m out of this corral!”
Se fue con su cabeza en alto y ni una miradita atrás.
¡La gringa estaba en su salsa con los panas y el tigueraje!
Le dieron granos por pila, sorbos de fría, caricias en el plumaje.
Lástima que lo bueno no suele ser duradero
y la alegría de la gringa duró
hasta que se calentó el caldero.
LeBron James, Bad Bunny y Cardi B
están de pasadía en Punta Cana en la playa privada de Romeo Santos.
LeBron llegó en su descapotable del año hecho de tetra-bricks.
Cardi B presume los "Stiletto Cavalli" que encontró rotos en un basurero detrás de una tienda china.
Romeo disfruta su yate privado que costó días de trabajo buscando y clavando palos y neumáticos.
Bad Bunny se va temprano hoy porque debe vender dulces de coco a las 4:00 pm.
Todo se puede ser, tener y hacer cuando no tienes nada excepto la imaginación de un niño.
Juraron amarse eternamente
como todos los enamorados
con el mar como escenario
y el sol de testigo lejano.
Con besos y sonrisas
sellaron la promesa con candados.
Se oxidó el amor.
El tiempo hace estragos.
En vida, Sandro era el cantante
favorito de Don Panch.
Por eso, en su reencarnación
pidió ser un “Ave de paso”.
¡El mundo recorrer, volar alto!
¡Libre ser, descansar en el ocaso!
Pero el creador no escuchó bien,
entendió “Llave de paso”,
y así está el niño Pancho:
clavado en la tierra, viviendo al raso,
Fallándole piezas, ¡Qué gran fracaso!
La emoción de llegar al timbre de la campana.
Las notas que pasan de mano en mano por debajo de las butacas.
Los juegos con mucha malicia en el patio de recreo.
Las tostadas, las galletitas, los riquis, los refrescos.
El boicot para irse de clase temprano.
Los romances juveniles reales o imaginarios.
Las bromas a los maestros con los compañeros de espectadores.
El amor-odio que rige la relación alumnos/profesores.
Quién iba a pensar que la escuela se extrañaría con locura
y que causaría tanta nostalgia lo que antes era tortura.
El único “Platón” que conocen es el de servir el arroz al papá.
Las únicas sombras, las que trae la luz cuando se va.
Las únicas formas, las siluetas de las chicas operadas.
Los únicos movimientos filosóficos, los que se dan a ritmo de Dembow, a golpe de chapa.
No conocen la alegoría de sus gestos, su ropa, de sus frases,
pero son “El final” y es lo único importante.
Cada día más profunda, la oscura, mas triste,
es la caverna de Erredé.
Desde su posición en la sala de espera de una estación de autobuses,
un viejo teléfono ve como la modernidad le empuja a la muerte irremediable.
Hace tiempo que el desuso le duele en los cables.
La corrosión dañó su piel.
El polvo se acumula en sus arterias.
Escucha términos como
"Videollamadas", "Redes sociales", "Chat",
y se siente triste por como sus sucesores le empujaron vilmente al pasado.
Su depresión e instinto suicida empezó cuando un niño curioso
le señaló y preguntó "¿Mami, esto qué es?"
Desde entonces sueña con el día en que su tono deje de latir.
Moreno, moleno, mesié, pití,
ya domenicano ni sabe como llamá a mí.
¿Sabe polque tú nesesitá haitiano?
¿Mano de obla balata? No.
¿Blujeria? No.
Tu sicología, tu infeliolidá.
Sin haitiano aquí domenicano sería lo ma peol.
Glingo ma rico, Eulopeo ma fino, venesolano ma bonito, todito mejol educao.
Sin haitiano aquí domenicano último mono en su plopio paí.
Pa tu sentite meno feo, meno bluto, meno poble tú humilla haitiano.
Dise tiene glajo, anda sucie, pale mucho. ¡Ay! ¡Quejate ahí!
¿En que ecala social etalía tú sin mí?
Este amor bonito no necesita gran vaina
Donde quiera cabe, donde sea se acoteja.
Este amor bonito se baña con agua de arroyo,
se ilumina con fuego. Sabe cocinar en leña.
Este amor bonito pasea sobre la grupa de un rocín,
se ensalza con espíritu de canela, jengibre y vainilla.
Baila en horizontal con un ritmo sin fin.
Luego, se reposa con té de lavanda o manzanilla.
Este amor bonito se hace a la orilla del río,
Sobre guijarros, bajo la cúpula formada por estrellas,
y aunque haya lluvia, sople viento o haga frío,
para él siempre se siente primavera.
Mis padres aman las aves.
Pobres ornitólogos empíricos.
En su gastronomía no faltan ya sea pollo, pato, pavo, guinea y hasta codornices.
Ni en su ocio. Papá cría y juega gallos. Mamá tiene periquitos.
A menudo las nombran para presumir su conocimiento del campo.
¡Menuda cotorra!
Recientemente hablando sobre sus expectativas sobre mí y sin dejar el contexto me dijeron:
"Oye palomo, ya tienes edad de alzar el vuelo, coge la parte de arriba de la casa, hazte un nidito de amor y muda una pavita".
Aquí estoy amontonando palos sin saber como explicarles que soy pájaro.
Viernes 13 en República Dominicana.
El gato negro escóndalo debajo de la cama.
San Juan de la Maguana con retenciones de tráfico aéreo.
Black Friday nacional en artículos esotéricos.
2x1 en sahumerios, abre caminos, despojos,
amarres, lecturas, limpieza de mal de ojo.
-20% en Agua Florida, velones, Lluvia de oro.
-10% en Jabón de Ruda, alcanfor y 7x7 contratodo.
Hoy se bebe Petter Allen y Agua de panty on the rocks.
Hoy se baila al ritmo de palos, creencia y folklore.
Turismo de playa con un huevo en la mano…
“El señor reprenda al diablo” grita por ahí un hermano.
Los perfumes embriagadores apestan a alcohol.
Las manitas limpias han mancillado las caricias.
El amor no sabe hacerse en medio de este descontrol.
El deseo es un hándicap que la muerte auspicia.
Murieron los romances etílicos de una noche loca.
Quedaron atrás los “Aquí te pillo, aquí te mato”.
Imposible enamorarse a primera vista de una boca.
Mas aún, llamar un desconocido para pasar el rato.
Así estamos los promiscuos, chiviricos, amantes,
como dice la canción: “Condenados a la distancia”,
orando a Santa Lujuria por un chin de cuerpo a cuerpo.
Desfalleciendo en castidad por el virus. ¡Maldita desgracia!
Amanece, apenas suenan alarmas.
Una kermés en la esquina.
Mucho aroma a pollo asao.
Algunos cierran la puerta por si los testigos pasan.
Otros buscan la pastilla pa' la resaca calmar.
Las doñas y los popis se engalanan para misa.
La clase un poco más perdida va a la escuela dominical.
Del interior salen giras para Sosúa y Cabarete.
Se hacen y quitan tubbies.
Cadenas. Grillos. Aretes.
Las masas se preparan para una segunda fase de cervezas.
¡Es Domingo! Con su libertad, su rutina, su pereza…
La guagua que compra hierros viejos
y el que su madre le mienta.
Restos de ron martillando la azotea.
Esperma seca en una vieja camiseta.
El cadáver de una cucaracha que volaba.
Seis blocks soportando un viejo colchón.
Paredes sin secretos ni pañete.
Ruido de una hoja de zinc despegada.
Calor burlándose en la cara del ventilador.
Un pasado sin gloria por delante.
La falta de amenaza de las ladillas.
4 horas para que suene el despertador.
3 cigarrillos mentolados,
Solo 2 cerillas.
En una habitación de tantas
veo lo que hay para mí.
En la tuya, en tu soledad
¿Qué te acompaña a ti?
En un país con muchas religiones y sin espiritualidad.
Pocos coincidirán con lo que siempre hablo:
cada consciencia es una iglesia personal.
Dentro cada uno tiene su propio diablo.
Mi diablo es rastrero, loco, impertinente,
efecto secundario de una mala gestión empresarial,
pues me tocó la deidad con peor servicio al cliente,
con cláusulas que incluyen fuego por toda la eternidad.
Ahí surge el enigma de mi tosca creencia:
si el más allá refleja el contexto cultural,
¿prefiero el infierno con dembow y chapeadoras,
o un cielo también ruidoso pero con gente sin depilar?
¿No te ha pasado alguna vez que sales y todo te parece extraño,
que caminas por tu calle de siempre pero no lo sientes tu barrio,
ves el paisaje habitual, de tu día a día y es casi desconocido,
y miras atentamente para confirmar que vas por buen camino?
Así se siente el día de hoy, como si la matrix tropical tuviese una anomalía.
Como si hubiesen cambiado de repente el mundo que siempre hábito.
Puede que sea mi imaginación o una simple fantasía,
pero hasta la gente alrededor me parecen todos chinos.
Él dijo que me bajaría la luna.
Fue lo más romántico que escuché jamás.
Me sentí entonces más especial que ninguna
Hasta mi imaginación empezó a desvariar:
Me visualicé llegando a las fiestas con luna llena
Sirviéndome de aura, cual santa de postal.
Usando la cara oculta para hacerme otra máscara.
El cuarto menguante para encerrarme a llorar.
La luna nueva en mis viejas noches solitarias.
La creciente gibosa decorando mi portal.
Lunática yo más bien, ¡tonta zamorana!
Que ni cerca me pasó por la mente
Que “Bajar la luna” en República Dominicana
tiene una connotación totalmente diferente.
La lluvia lleva días queriendo que le escriba.
Su estúpido afán se ha vuelto impertinente.
Desde que supo en que ando metida,
me sigue a todas partes insistente.
No me deja salir de casa tranquila,
se estrella en mis ventanas con violencia,
amenaza con ahogar mis pobres plantas.
Me ha acabado poco a poco la paciencia.
Hoy me boicoteó los planes del fin de semana.
Yo ya no entiendo cuál es su problema,
¡es un plan de acoso y derribo mi pana!
Y todo porque quiere que le haga un poema.
No quiero ser una millenial joven,
sino una doña como las de antaño,
que se casaban por amor a los doce
y parían dos hijos por año.
Las que van a misa y rezan al santo padre.
Las de vajilla fina guardada en la vitrina.
Las que por costumbre compartían con el compadre
pasiones ocultas en la boca de la letrina.
Yo quiero ser una señora como las de antes:
decente, seria, puritana y honrada.
De las que se persignan si mientan el pene
y bajo el medio fondo estan todas desfondadas.
El poeta levanta la mirada
y observa a dos niños que juegan.
Reposa su pluma.
Decide que hoy sus musas también merecen descansar y divertirse.
Suspira. Sonríe. Se va a la playa.
El domingo, en sí mismo ya es poético.
"El que no quiera morir que no nazca", dicen aquellos que sacrifican su salud por un bonche.
Las barreras sanitarias no son tan fuertes como el hábito del ron y las cervezas.
Un trasero conocido entre la plebe va por el malecón y los zombies en pasola lo persiguen.
El sentido común no usa Jordans falsificadas. El raciocinio no monta en motores calibrados.
"Para que el mundo sea mundo tiene que haber de todo, sí, pero ¿por qué tanto dembow y tan poco Descartes?"
Reflexiono mientras miro la publicidad callejera de un ministro adorador que me recuerda a Borat.
Ingenio Montellano,
Las memorias del azúcar son un tesoro que no podremos heredar a las futuras generaciones.
Ellos no se bañarán bajo la lluvia de cachispas y cenizas cuando los cañaverales arden.
No danzarán al ritmo de sus llamas.
No conocerán la alegría de robarse la parda que cae de los vagones transportadores
para hacer jugos naturales con la fruta cogida del árbol del vecino.
No verán los bueyes de carga escapar buscando libertad y los jinetes que les persiguen.
No saborearan el guarapo dulce y la melaza, aún más dulce, en su estado natural.
No bailarán el verdadero gagá.
Ingenio, mueren contigo, con nosotros,
las memorias del azúcar.
Todo empezó con un motoconcho.
Ella haciendo fila para que le curaran los pelaos en la ambulancia.
Él haciéndola para llevar vidas.
Continuó con par de frías en un mall.
Juntos, haciendo fila para ser atendidos.
Se consolidó con embarazo de gemelos.
Juntos haciendo fila en el ginecólogo.
Se formalizó en el registro civil.
Juntos haciendo fila para una un acta matrimonial.
Se dañó cuando dejó WhatsApp abierto.
Él haciendo fila en emergencias.
Ella haciendo fila en comisaría.
Terminó en La JCE de Santiago.
Se acabó hacer fila.
En ese diminuto del medio, entre el larguito y el puntico. Ahí estamos.
Separados del mundo por el mar.
Divididos de los hermanos del oeste por historia y azar.
Sin particulares rasgos característicos.
Sin saber dónde vamos ni recordar de donde venimos.
Vocalizamos orgullosos que este el mejor de toditos y soñamos con volver de pa'llá fuera a presumir que ya nos fuimos.
"HASTA LA TAMBORA", siempre que estamos en una jeepeta u otro país,
olvidando que somos los restos de lo que inspiró a Pedro Mir.
La lluvia intermitente.
La rutina interminable.
Guaguas con acercamiento antisocial.
La misma faena de siempre.
La misma gente impertinente.
Un individuo, nada más.
Las horas que apenas pasan.
Los sueños que se desgastan.
La suerte que no quiere cooperar.
Cocoteros que son barrotes.
El mar evoca a Alcatraz.
Inagotable paraíso que el sistema no deja disfrutar.
Seminpolta que nos lleve el diablo,
si en el camino invita a comer, hagámosle el coro hasta que lleguemos.
La vida es dura y no dura. Mañana moriremos.
Por eso hay ser feliz con todo lo que tenemos.
Celebre si la yuca le salió buena.
Ponga la cama a sonar como una guinea.
Agradezca que hoy tuvo electricidad.
Bébase algo si este mes el alquiler pudo pagar.
Alégrese si el carro'econcho va solo con usted.
Tenga fe, que mañana quizá salga su palé.
Somos muy vulnerables. Morimos hasta de un pelao.
Por eso nunca podemos rechazar el puerco asao.
De la expresión absoluta de amor,
dolor y muerte,
no sabe el poeta antiguo, ni el EMO, como el dominicano amargao.
Sentado en su propia galería o en la esquina de cualquier colmadón,
el desamor mutila una víctima con bachata y carta'do.
El amargado clama incesante que repitan y suban la misma canción
y bebe hasta que la muerte se lo lleve a él, o su dolor.
El amargue es la catarsis del despecho. El summum sufrimiento.
Botellas, almas, vaciadas, rotas, rara vez se reparan.
Botellas, almas, vaciadas, rotas, se vuelven filosas armas.
El amargue es arte.
Cambiará su ropaje la ciudad.
Los campos seguirán su batalla.
La rutina nunca abandonará la sociedad.
La globalización tumbará las murallas.
Existencia post-apocalíptica, distopía quizá.
Las constelaciones seguirán su camino.
Los mesías salvadores nunca llegarán.
El ser humano olvidará su destino.
El mundo seguirá girando aunque no tenga motivos.
Puede que no haya belleza, que desaparezca el amor,
que muera toda esperanza, que no quede un corazón.
Cuando la nada sea todo e incluso, aunque no haya vida…
siempre quedará el arte, siempre la poesía.
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