Diálogo con Isis Aquino: la frágil línea que transitamos [2]

Diálogo con Isis Aquino: la frágil línea que transitamos [2]


Después de cuatro horas ininterrumpidas fumando cigarrillos, bebiendo café y conversando de literatura, la vida, la perspectiva personal y muchísimos otros temas relacionados (que por tema de tiempo tuvimos que editar muchísimo), pudimos conocer un poco más sobre Isis Aquino, poeta del escenario literario actual en Santo Domingo quien en esta ocasión nos trae su primera novela "En la cuerda floja". Esta novela presenta una fresca narrativa con claves de humor en la que el personaje principal nos muestra un paisaje que todos hemos transitado alguna vez. 


La entrevista se llevó a cabo en el 21 de noviembre del 2016 y la hemos dividido en dos partes. La primera parte puede verse aquí.



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Claudio: Ya hablando de algo más puntual, tu primera novela "En la cuerda Floja" que recientemente publicaste de manera independiente, siento que tiene un reconocimiento muy personal de lo que es la ciudad, de cómo es la ciudad, de cómo es ese estilo de vida que llevamos en ella y de que es una ciudad siento siento muy propia, que me habla a mí, me habla de cosas que veo a diario. Entonces, esa sensación de hastío que se vive en esta ciudad es muy reconocible en tu discurso narrativo, incluso en una de sus partes (¡SPOILER ALERT!), el jefe de Augusto (que es el protagonista) que está dando un discurso con motivo de su jubilación con un tono tan pesado de alguien que después de 40 años de servicio, harto de todo, por fin se larga de allí.

Isis: Ese precisamente es uno de los detonantes del mismo libro.

Claudio: Entonces eso, que siento que hay un reconocimiento de la ciudad.

Isis: Sabes qué, a mí me llama la atención ese enfoque que le han dado varias personas no sólo tú, sino también el mismo Alexéi Tellerías, Luis Reynaldo Pérez, que tocan ese tema. Yo quise hacer un experimento.

Claudio: Aunque reconozco que en el libro hablas de esta ciudad e incluso haces referencias a imágenes muy reconocibles, esa puede ser cualquier ciudad. Hasta cierto punto esas mismas situaciones que se dan en el libro que representan un espacio social determinado que es la ciudad, puede ser cualquier ciudad, la historia puede estar en Barcelona, en Buenos Aires, en NYC, en Tokio, etc.

Quise hacer una historia que fuera atemporal y difícil de ubicar en un espacio determinado a través de un lenguaje digamos neutro.

Isis: Te la llevaste (risas). Por fin alguien que se la llevó... Quise hacer una historia que fuera atemporal y difícil de ubicar en un espacio determinado a través de un lenguaje digamos neutro. Tú viste que no hago uso de muchos dominicanismos, incluso uso expresiones que no son propias del habla de aquí. Me lo han señalado pero y yo les digo que sí, es a propósito, porque quise hacer una historia que se pudiera ubicar en cualquier espacio y momento, digamos de la modernidad o postmodernidad para hacerla más abierta.

Me dijo un amigo que le hubiese gustado de que en vez de un tren fuera una guagua y yo digo y por qué no un tren, y por qué no llegar al fin del mundo, ¿porque esto es una isla? Mis personajes no tienen por qué estar presos igual que yo en una isla, o de tres cuartos de isla. Es algo que quise lograr y creo que lo hice. Fue inspirado un poco por Rafael Chaparro Madiedo y su novela "Opio en las nubes". Yo no sabía quién era él, no había leído su biografía y no tenía ningún tipo de referencia bio-bibliográfica ni nada. Y cuando leí ese libro se podría creer como que era de aquí, como que era en cualquier ciudad latinoamericana. Luego supe que el chico era colombiano pero nada, fue una historia "one size". Ese traje se lo podía poner cualquier capital latinoamericana y eso me encantó. También estuve diciendo en la presentación del libro que para citar un poco a Umberto Eco, esto se puede interpretar como una obra abierta porque por ese mismo tipo de características se le da una libertad al lector para participar activamente en la historia y llenar los espacios que adrede he dejado en blanco. Si yo hubiese querido hacer una historia desde que él nació, todo lo que pasó en el colegio y en la universidad y etc., hubiera sido un libro de 600 páginas y eso hubiese sido innecesario.

Claudio: No sé si leíste una novela de Mario Benedetti que se llama "La tregua", que trata un tema muy similar a tu libro sobre un individuo viudo que está cerca de jubilarse, con unos hijos que no lo soportan y el cual conoce a una persona, una chica nueva que se vuelve para él un punto luminoso a esa vida tan monótona, en esa soledad gris que provoca un alto grado de hastío. Entonces uno se pregunta, cómo es que hay personas que no pueden abandonar esa rutina de vida. En el caso de Martín (el personaje de ese libro) -a diferencia del personaje de Augusto en tu novela- eso de dejar de trabajar se vuelve una especie de crisis nerviosa previa a la jubilación, ya que es la única razón que le aparta de la realidad que vivimos cuando no se está haciendo lo que la sociedad nos sugiere en su maquinaria.

Esa vida que de pronto se recupera a medias cuando ya hemos perdido los momentos importantes por los que se supone se vive, entra en una fase extraña de revaluación personal. En el caso de tu personaje es todo lo contrario: un individuo que está tan harto de ese hábitat laboral, social, de su condición como ser humano en un espacio donde no se representa... ambas historias comparten ese elemento esencial, ese vistazo de pronto sobre una realidad y cuestionamiento del ser y la vida, de lo que dejamos pasar. En el personaje de Augusto hay un entendimiento de esa problemática y encuentra en "Lucky" ese motivo de escape de su realidad.

Isis: Mira, el personaje de Augusto puede ser cualquiera en el sentido de que uno nace, cuando uno tiene cierta edad lo meten en un colegio, cuando uno termina el colegio el paso natural a dar es estudiar en la universidad, cuando uno termina la universidad o quizá mucho antes por lo general, uno se consigue un empleo para cubrir los gastos, después de cierta edad uno dice que ya está bueno para vivir con mami déjame mudarme solo y se entretiene en esa dinámica de trabajar y ganar dinero para pagar las cuentas y es una dinámica muy entretenida ¿no?, porque uno siempre está como en un "tira y jala" que no me alcanza, que necesito (muchas veces uno no necesita) y uno se mete en la cabeza que sí... el internet más rápido, el celular más moderno, la ropa más a la moda etc... eso es tan entretenido que uno dura fácilmente 40 años en ese relajo y hay gente que toma eso como la forma natural de existir. Bueno, uno está vivo, uno tiene que trabajar, uno tiene que buscar la estabilidad y hay una sobrevaloración a la estabilidad... ¡es una maldita perra! Eso es lo que termina matándote, no es la diabetes o el cáncer, ni los problemas mentales que te llevan al suicidio... es la maldita estabilidad, el buscar siempre como ese famoso "sueño americano", una vaina que no existe y si existe, está reservado a poca gente y tú te vas a pasar toda la vida buscándola y no lo vas a hallar. Entonces eso es lo que Augusto ve en Lucky, que ella no anda buscando la estabilidad, ella le huye incluso, no se puede estar quieta, la vida es demasiado corta para uno pasarse 30 años cogiendo un teléfono.

Claudio: Isis, tengo dos preguntas que no quiero que se me escapen, pues a mí no me gusta escribir muchas preguntas previas, sino que el desarrollo de las preguntas salga a partir del diálogo. La primera pregunta es si te inspiraste en algún personaje de la vida real con relación al personaje de Lucky y la segunda pregunta es por qué elegir la visión masculina para contar la historia tú que me hablabas hace un rato de eso, de la condición de ser mujer en esta sociedad.

Isis: Bueno... a George R. R. Martin, autor de la saga de "Canción de hielo y fuego", el de "Juego de Tronos" le dijeron en una entrevista: "usted escribe muy bien muy bien los personajes femeninos, son muy fuertes y bien delimitados... ¿cómo lo logra?", y Martin como buen hijo de puta que es le respondió "yo siempre he pensado que las mujeres también son gente" (Risas). Me causa gracia que eso sea lo primero que llame la atención del libro o de las primeras lecturas a personas cuyo criterio aprecio mucho y a las que les di el manuscrito, me dicen coño, tú creaste un personaje masculino totalmente verosímil...

Claudio: Pero por ahí es que va la pregunta Isis, no te lo pregunto por el hecho de que sea hombre o mujer, o que tú seas hombre o mujer. Es muy difícil hablar a través de un personaje porque ellos tienen identidad, una visión particular del mundo y aunque uno no lo quiera, se convierten en un reflejo de quiénes somos. No es que sean copias autobiográficas, sin embargo cuando uno pone en boca de un personaje ideas, por ejemplo, si fuera un personaje machista, no es que tú seas una persona machista, sino que hasta cierto punto esas ideas que estás planteando con relación a ese personaje están diciendo cosas que tú quieres comunicar porque al final la literatura es un diálogo con el lector...

Isis: Claro, porque existe. Es como cuando creas un personaje machista para llamar la atención sobre ese tipo de personas y cómo uno debiera rebatirlas, o tal vez que el público lector se identifique de la forma en la que surgen esos pensamientos. El ejemplo que puse fue racista desde la infancia, por la socialización, etc., etc., y que tomen una especie de conciencia sobre eso. No es que uno quiera hacer una labor social a través de la literatura pero siempre uno hace un tipo de aporte, con algo en lo que estemos de acuerdo o no. En ese sentido te puedo decir que en realidad no hago mucha diferencia entre los personajes masculinos o femeninos. Ahora bien, me gustan a veces los personajes masculinos porque vivimos en una sociedad altamente machista y es cierto que hay que darle voz a la mujer oprimida, pero también hay un hombre que es oprimido desde que tiene dos años y se le dice "los hombres no lloran", "a las mujeres no se les da", entonces tú estás creando como dice la frase esa que está rondando por las redes sociales que hay que dejar de criar "princesitas indefensas y machitos violentos". Entonces ahí está ese hombre que tiene que ser un macho alfa, que tiene sentimientos reprimidos, que tal vez solamente a través de un "Stream of consciousness", de un discurso interior pueda dejar a flote esos sentimientos para que los vea el lector, no los otros personajes con los que socializa, pero el lector sí.

El lector sí puede identificarse con esa soledad, son esa impotencia, con esa carga tan grande que es la de ser un macho en una sociedad machista. Creo que es algo muy interesante que los autores "varones" tal vez no han explorado tanto con esa temática. Yo soy muy feminista a pesar de que pueda parecer lo contrario pero apuesto por el enfoque integrado, no es tú empoderar a la mujer y soltar a los hombres en banda. Somos todos, en conjunto... no es que vamos a hacerle un ostracismo porque es un macho violento, vamos a ayudarle también.

Claudio: Yo creo que en el libro, si nos vamos al elemento de la metáfora como tal, Augusto más que un sexo representa un estado de ánimo generalizado y visible, un estado de conciencia que tiene que ver estrechamente con una parte oprimida y me parece interesante precisamente que lo hayas creado a partir de la perspectiva de un hombre. Aparte de eso me parece que hay un elemento mágico y esperanzador, como una musa que es Lucky, esa sensación de libertad que le falta.

Háblame un poco sobre ese personaje, como te pregunté arriba si te basaste en un personaje de la vida real o simplemente es eso, una excusa para hablar de la metáfora de la libertad.

Isis: En realidad yo veo esta historia no como historia, sino como un diálogo permanente entre ellos dos. Es la búsqueda de parte de él, y digamos, ella vendría siendo hasta cierto punto como su mentora si nos vamos a la tipificación de los personajes, porque ella es la persona que está a mitad del camino diciéndole alcánzame. Ella no tiene todas las respuestas y no es su papel, es ayudarle con las preguntas, por qué tengo que hacer lo que se espera de mí... pero no, no fue basada en una persona real sino en un personaje arquetípico y en realidad no es que ella sea enigmática, es que, como digo casi al final del libro, es que él no pregunta y como todo está contado desde la perspectiva de él, si él no pregunta se va a ver como un misterio. Y al fin y al cabo todo ser es un misterio andante. Yo siempre he creído "que los hombres son gente" (risas)... a veces lo dudo sí.

Claudio: Me parece muy peculiar y eso es una parte recurrente del libro, el uso de las drogas por parte de los personajes. Y no me mal interpretes, no estoy diciendo que las uses ni tampoco es que me importe mucho que digamos, pero sí me parece interesante, sobre todo que el libro comienza de una manera en mi opinión genial, con un pase de trementina y creo que no pudo haber quedado mejor como forma de comenzar la narración. Es una manera tan atípica y sobre todo tan inteligente. Desde que empiezas a leer te engancha la historia, aunque cambia un poco el ritmo de lectura a través que uno sigue leyendo. Y me parece interesante porque me parece que aquí hay pocos autores que se arriesgan a crear personajes tan pintorescos por miedo a que se les confunda con sus personajes, arriesgarse a asumir posturas que no necesariamente son sus propias posturas.

Isis: No, es que tienen miedo que los etiqueten, tienen miedo a que digan no pero esa es una "desacatá", oye lo que escribió y yo siempre digo, no todo lo que uno escribe es autobiográfico. Hay una cosa que se llama capacidad de fabulación que se "supone" es un requisito para ser un buen escritor. Actualmente estoy en un proyecto que se llama "27 micro squir", que va a salir medio país a decir que yo soy "pájara" y yo me voy a explotar de la risa cuando pase. Pues bien, el uso de la droga viene siendo no digamos metáfora, pero sí el reflejo de esa búsqueda de evasión, porque la realidad es algo que oprime, que me priva de mi libertad. Entonces en su búsqueda de la narcosis, él lo que está buscando es en el fondo la libertad. Se puede ver como algo metafórico, o se puede ver como algo literal. A mucha gente le ha pasado que terminan en ese abismo de las drogas detrás de esos "cantos de sirena" buscando precisamente la libertad y de ser los más chulos del mundo... No creo tampoco que sea determinante en que se sea más o menos libre.

Claudio: ¿Cómo ves el panorama de la literatura local? No tanto en la gente que ya ha escrito muchísimo y tiene docenas de libros en los estantes, sino de los nuevos creadores.

Isis: (Risas) De los que no son postalitas repetidas... Bueno, hay mucho talento. Lo que siento que falta son espacios para desarrollar esos talentos.

Claudio: ¿Pero espacios en qué sentido? ¿Editoras?

En este país no hay editoras, editora en este país hay una sola, que es la Editora Nacional, las demás son imprentas, grupos independientes de personas que se dedican a publicar libros, tú les llevas un manuscrito y dinero y ellos te tiran 500 ejemplares. Aquí no hay un comité editorial, no hay criterio de selección establecido, no son editoras. Porque una editora no es simplemente un sitio donde salen libros, así "como hongos después de la lluvia".

Isis: No necesariamente editoras. En este país no hay editoras, editora en este país hay una sola, que es la Editora Nacional, las demás son imprentas, grupos independientes de personas que se dedican a publicar libros, tú les llevas un manuscrito y dinero y ellos te tiran 500 ejemplares. Aquí no hay un comité editorial, no hay criterio de selección establecido, no son editoras. Porque una editora no es simplemente un sitio donde salen libros, así "como hongos después de la lluvia" (risas),

¡Es verdad! Aquí hay gente que publica dos, tres, cuatro libros al año y tú dices ¿pero ven acá? Escriben mucho, pero quién es que les da el criterio de si te publica o no... es el bolsillo que se lo da. Hay una voz que dice: "usted tiene 300,000 pesos", y ellos dicen: "Ahh pero yo puedo coger 60,000 de esos y tirar este libro de poesía"... pero en realidad no me refiero a esos espacios, sino más en serio, que no sean solamente los talleres literarios. 

Eso es lo que creo, que hace falta algún espacio de formación académica. Aparte de dos o tres talleres que da el Ministerio de Cultura y que no dan abasto para la demanda, no hay centros de formación. Si tú quieres ser publicista vas a una universidad a aprender tu profesión, pero también hay otros espacios donde puedes aprender las herramientas básicas. Entonces creo que tampoco es que para ser escritor la gente se vaya a enganchar en la carrera de letras de la UASD, ni tampoco es que sea una garantía de nada.

Claudio: ¿Cuántas publicaciones tienes?

Isis: Tres libros: el primero fue el poemario "Quod scripsi", el segundo también fue un poemario, "balas perdidas", el cual hice de manera artesanal y ahora la novela. "Quod scripsi" fue mi primer libro de poesía, el primero que me senté a armar, 50% cansada de que me mandaran a publicar mis amigos y relacionados del ambiente literario de la zona y eso, y 50% urdimbre de Clodomiro Moquete, que es un viejo loco del que nadie debería coger consejos literarios... (risas), pero yo lo quiero mucho.

Entonces Clodomiro fue mi editor y nada, qué te digo, me he acostumbrado a ser una banda de una sola mujer, toco todos los instrumentos. Seleccioné la portada, los poemas, y le puse ese título porque no encontraba qué ponerle... ese título está en latín y significa "lo que está escrito". La frase completa sería "Quod scripsi, scripsi""lo que está escrito, escrito está", se le atribuye a Poncio Pilatos, está en la Biblia en el libro de Juan y es una forma de decir ya esto es lo que está escrito, si te gusta bien, sino te gusta también. Son poemas de juventud pero que revelan la línea por la que se va a desarrollar mi poesía posterior, un poco más madura y refinada hasta cierto punto, pero es el inicio y es muy representativo de lo que hago... y por cierto, voy a sacar una segunda edición. Durante mucho tiempo renegué de ese libro hasta que por fin este año volví a leerlo concienzudamente y me dije que no es malo. Esa es la más alta valoración que le daría a un libro mío, "no es malo". Soy una eterna inconforme con mi obra.

Claudio: ¿Y tu segundo libro, "Balas perdidas"?

Isis: "Balas pedidas" es un canto de rebeldía. Es como que el "leit motiv" de ese libro es la violencia en todos los sentidos y la violencia sin sentido. Es como que estás sentada y de repente algo viene del cielo una fuckin bala y se te mete en el cuerpo y te mata, sin ninguna razón. Y así mismo son como esos estallidos de rabia que le dan a uno y de cosas que ni una misma puede comprender. Vuelve la misma temática de la soledad, del abandono y del amor. Es como la eterna temática de Eros y Tanos, pero más que Eros como amor sería como su fantasma o la idea del amor, y más que Tánatos como muerte vendría siendo más la rabia, la ira, la violencia, lo de agarrar la ametralladora y caerle a tiros a media humanidad porque estoy harta del mundo y de todo, y es algo que hasta cierto punto es divertido, jugar con ese desahogo en el papel... por la seguridad nacional... (risas).

Isis Aquino (Santo Domingo, 1086). Poeta, narradora, gestora cultural y traductora. Fue coordinadora durante más de diez años del círculo literario "El Viento Frío". Ha publicado los poemarios "Quod scripsi"(Vetas, 2011), "Balas perdidas" (2014), y su primera novela "En la cuerda floja" (2016).

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