Jennet Tineo

Jennet Tineo

Jennet Tineo (Santo Domingo, 1983). Poeta, ensayista, arquitecta e intérprete judicial de la lengua portuguesa. Ganadora de la segunda mención de honor en el renglón poesía en la quinta edición del Certamen Nacional de Talleres Literarios y segundo lugar en el mismo certamen en su sexta edición. Libros publicados:
“La mujer espiral” (Ediciones Ángeles de Fierro, 2013).

“La mujer espiral” (Audiolibro) (Autoedición, 2014).
“Sobre el ojo de la lengua” (Ensayo) (Ateneo Insular, colección “Estudios Literarios” Editora Centenario, 2016).

Jennet participó de la convocatoria abierta al público del Reto Poético de Frasco de Paisaje, de la plataforma cultural Moñohecho. Aquí compartimos los poemas suyos correspondientes a la versión del reto celebrada en el 2018.

Para conocer más detalles sobre qué es el Reto Poético, entra en este enlace.


RETO POÉTICO

01

Todo es goteo en esta ciudad lluvia
tocan a la puerta
el sonido del camión de la basura
entra por los rincones más ignotos de la casa
el olor es tartamudo
no logra articular un solo fonema de basura
no dice comida, no dice mierda
no dice papel periódico
no sabe hablar ningún idioma
el sonido que más arde en mi nariz es el de la lluvia
van las chatarras públicas destilando poemas de agua
corrompiéndose en el brum-brum de sus pulmones
frente a mi ventana la desolación
un fantasma gris posado en el cielo
me sangra unas ideas tan húmedas y verdes
que son un poco más de humo
y del recuerdo vaporoso del sol en el asfalto
mientras cae toda la ciudad ante nosotros.

02

Tanto óxido
es un mal síntoma
es un mal síntomas el mar
este montón de escombros
esconde una serpiente acuífera que se pudre
un síntoma de muerte permanente
entre sus dos mitades
un reino inoportuno
que se traga la masa empobrecida
y eructa mosquitos
larvas de fiebre
ansiedad
miedo
represión
condena
delincuencia
dice palabras tuertas
cortadas
destila alcohol y prostitutas
es irremediablemente gris
apenas soportable por la indiferencia.

03

Silencio
hoy va a llover de nuevo
y hay que rezar
rezar para que el tránsito no se frene
rezar para que llueva poco
y podamos atravesar estas calles
rezar para que la basura
no tape los desafortunados filtrantes
que son pocos
son pocos para tanta gente derramada
son pocos para tanta gente de rodillas
Inclinándose bajo la lluvia.

04

Se busca un trozo de cielo
en alguna rendija del techo
un trecho de azul para descansar los ojos
mientras se suda la última gota
como si se fumase un cigarrillo.
El centro comercial
la doble altura de su ruido
los tragaluces que me dejan descolocar
las piezas del día, desarmarlas
mientras miro la claridad
desvanecerse.

05

Al cerrar los ojos
una sustancia clara-oscura
va construyendo otro espacio
una ciudad-recuerdo
otro parque nace tras los párpados
poblada de gemelos y de discontinuidades
es una fuga
es tan bueno escaparse
adherirse a la tridimensionalidad antojadiza
de los objetos eternos
que pululan dentro de la urbanidad hoja en blanco
donde escribimos y suscribimos nuestras historias.

¿Cómo tirar de la cadena de la imaginación
borrarlo todo?

Es imposible para nosotros
solo estos paisajes sustentan el sueño
lo que somos, lo que fuimos
Imposible cerrar los ojos
sin que el mago saque algún farol
algún rincón, alguna esquina de una calle
donde fue marcado un lunar
sobre la piel de la ciudad de asfalto
la real, la caótica
materia para escribirnos.

06

No vas a encontrarme
No conoces las calles de Santo Domingo
No voy a encontrarte
No conoces el mar del Caribe
No vas a encontrarme
Y no sabrás nunca definirme
Entenderme negra
Habitante de esta isla
Yo soy el mar
El mar habla mi lengua
Yo hablo la lengua del mar
El mar me habita
Yo habito el mar
No voy a encontrarte
Si no te lanzas con furia desde el gris
Si no me ves desde el ojo del huracán.

07

Empieza el día y ya se acaba
si pudiera resumir todo
en una sola palabra
que me evite la fatiga
todo es ruido
quizás el silencio sea eso que procuro
para que el tiempo finalmente
desaparezca
para no tener que llenarme de palabras
como quien se sube en una mata de mango
a morderlos todos
a descolgarlos todos
y así con una hartura pavorosa
escribir.

08

Intempestiva
sensación de splash
en tu atmósfera
insecto de diminutas patas
escalando la piel
en el Everest del deseo.
Pulpo de fuego
tu corazón
cuyos brazos lanzan llamas
por los ojos
abisal
Y
fugitiva…
era martes trece
en el penúltimo mes del año.

09

Tú tan cristiano
y yo tan hereje
tú que oras a Dios
yo que todas las noches bailo
a la Diosa… prefiero la hoguera a la copa vacía
prefiero la sangre entre las piernas
río de agua viva
a ese templo
donde confiesas a los hombres
tu desgracia.

10

Tenía el don de llamar a la gente por su nombre
en sueños
y susurrarle al oído una dirección, una calle…

11

Estómago para las palabras…
Te las sirvo arregladas en poemas
porque sé de tu hambre
sé que las engulles
y llegan justo donde mi voz
jamás podrá tocarte.

12

Toquemos el piano con el mismo pulso
un solo dedo de fuego
y las cejas levantadas
conspirando un arrecife agresivo en Do mayor
ahogado y mudo resplandor musical
en la penumbra donde el piano
lentamente humedecido
en inflamables efluvios
se quema.

13

Tener sed.
Sí, hay que estar sediento
para entender el sagrado rito de amarte.
Tener lámparas encendidas al borde del papel
y saber trazar el círculo irrepetible de tu iris transeúnte
repetir una y otra vez la circunferencia
hasta el suicidio del π (pi) desde el puente.
Tener sed
y apagarla como se apagan las velas
frente a las ventanas que dan hacia el mar, en el día
guardar la sed en un mejor lugar que la boca
o la garganta
guardarla como una perla de cultivo
y terminar siendo concha enterrada en la arena.

14

Lo que el cuerpo se tragó
no fue una nube,
lo que el cuerpo se tragó
fue un alma
estridente como el ruido del cristal cuando se rompe
leve como una hoja que se deshace de su árbol.

15

Y todo tenía tu olor
como si existieses desde entonces
en la esencia de todas las cosas.

16

Quisiera restregarme en ti
hasta sentir amor en toda mi sangre
sentir unas alas gigantes e impermeables
que me alejen de la sal
de los ojos
y el corazón de las pasas
marchito
y arrugado,
seco
y asquerosamente dulce…
quisiera sentir amor y que no duela.

17

Verte desnudo
saltar de tus ropas
y arrojarte suicida hacia las pupilas
como si nada
como si todo
como en casa todo el día
atardeciste desnudo frente a mis ojos
y ya no sé cómo mirarte
y ya no quiero verte
sino desnudo todo el día
atardecer.

18

Mi boca es el cielo
está sobre todos los paisajes
a veces se pierde
así es mi boca en nuestros besos
un verso no dicho
una flor que no se abre
una posibilidad.

19

Eras un dios herido bajo la ducha
inocente
un místico animal de mi galaxia mental
estabas allí tan dispuesto a nada
que encontrarte aquel día
gato en el tejado,
negro
sombrío
lleno de sal
rebelde
y cotidiano
no le restaba nada a mi fotografía mental
porque ella sobrevive para mí
como una forma de olvido…
¡Jamás comparar un dios con un gato
y punto!

20

¿Cómo no voy a ser bruja
si sangro?
y en cada rito de la sangre
me sacrifico
en la hoguera de mí misma
mansamente…
y aún me crees inofensiva.

21

En la boca de los peces
mandalas de agua.
Es la nostalgia el último peldaño de tu templo
Afrodita húmeda
muerta en el loto que se abre
Blanca siempre negra
Afrodita que se esculpe en un verso.
Negada ante la imagen
yéndose turbia y silenciosa
ella amordaza el amor que se permite en el sueño
Pisa uvas pisadas
pisa su propia huella
Afrodita desierta
erizada como el vello que se levanta en el frío.

22

Todo coexiste en ti.
En el mundo de las polaridades
eres Shakti desnuda y despierta…
eres la perfecta redondez del vientre
su vacío fértil
eres el canal
y el extremo desconocido del principio creador
tú eres mi búsqueda…
a ti mi curiosidad
y mis obras.

23

Lo que recuerdas
debe comenzar a pudrirse
en cualquier momento.
Un recuerdo tan discreto
y biodegradable
que apeste
y tengas que huir de él
esconderte donde estén a salvo
tu nariz y tu conciencia.
Todos los recuerdos
deberían ser así
o venir etiquetados
con sus fechas de caducidad.

24

No conocer la eternidad
te hace feroz en la posesión…
El cuerpo efímero de las cosas te amarga
mientras más aprietas las formas para atarlas
más incapaz eres de comprender
que todo se escapa de la física
aspiras a un gran mal
asfixiarte con lo imposible.

¿Por qué es tan necesario
poseerlo todo
penetrarlo todo
calcinarlo todo
nombrarlo todo
bautizarlo
con el fuego impostergable
de que es nuestro
dejar las manos
todos los dedos de las manos
como marca
firmarlo
codificarlo
para que jamás
se abra ante otra mirada?

25

Siempre es una palabra muy falsa
nunca; sin embargo
es deliciosamente posible para siempre…

26

Dejamos de conocernos
es así como funciona esto
en la urdimbre difusa de hilos
uno solo conoce al otro de cerquita
siendo parte del mismo tejido diario
de lo contrario
se comienza el camino ancho del desconocimiento…
Y hasta quien deja de verse al espejo comienza
el irremediable olvido de sí mismo.

27

He estado tanto tiempo
con el cuerpo sobre la carretera
que me estallan los oídos
y cierta impertinencia en la saliva
me desdobla un bostezo.
¡Qué largo es el sur estos segundos amontonados en su aire de arroz!
¿Qué ansiedad recorre mis piernas detenidas en el bus?
¿Qué palabra es más ancha y drenada?
Una vena de poesía destila su sangre
néctar que mi boca intuye
a luz de esta vacía pradera
llena de brillantes surcos escarchados y ocres.
Dibuja la tierra su abierta e hinchada zanja de marfil,
un maizal quemado por el sol
extiende un distraído adiós
y yo ya no recuerdo el retorno
más que al sur y más al sur.

28

Crecen ojos infinitos
Crecen vastos campos incendiados
Crecen y creo en ellos
Crecen y son la tierra en la que existo
Crecen ojos infinitos
Y no hay nada más que sus paredes coloreadas de ambarinos rayos
¿Quién soy yo para mirarlos?
Creo en la mirada lo mismo que en las flores
Lo mismo que al mediodía el sol es un disparo
Y me refugio en los mundos que crean ojos
Esos que crecen infinitos
Poderosos y lejanos.

29

¿Algún sentido especial de belleza
tiene todas estas sombras?
La penumbra invasiva de la casa
ese invariable silencio espacioso
por donde todos los objetos
van perdiéndose.
El tiempo
por donde los ojos abiertos cabalgan la vida
o algo menos visible
que impacte la transparencia.

30

Leer
única forma de escaparme…
Ir dejando esta muerte cotidiana,
in-asistiendo desalmadamente
a cada espacio obligatorio.

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